Sale con Fritas

Decididamente, un Blog Facilista.

lunes, febrero 06, 2006

Especies en extinción. Hoy: El Pirulinero.

Gran descubrimiento del verano. No el pirulinero, claro está, sino los pirulines en sí.
El pirulinero es sencillamente el señor que los lleva todos pinchados en una gran bola (o en su defecto un cono) de telgopor. Y sí, quedan pocos. Probablemente hayan sido asesinados por una turba de padres indignados por su legendario cantito de “lloren chicos lloren, pidan pirulines”
Cuando era pequeña, mi mamá no me compraba pirulines porque le parecían antihigiénicos. Así que todo el mundo del pirulín (Diosssss que mal sonó eso) vino a mí este verano. Una tarde muuuuy ventosa y alpedista en la playa paramos a un señor pirulinero y le compramos uno para cada uno. Sí, el pobre no sale de su asombro, seis tremendos pelotudos adultos sin niños a la vista haciendo la compra del día. En fin.
Actividades pirulirrelacionadas:
*Contar anécdotas de maestras y madres que amenazaban a sus niños a cargo con la historia del nene que se tropezó y se clavó uno hasta la nuca.
*Enseñar a los novatos (Lautarito y yo en este caso) a sacarle el celofán a medida que se lo va consumiendo y no morir en el intento.
*Descubrir de qué están saborizados (punto no esclarecido).
*Una vez que está blandito (babeado, digamos), darle formas, curvitas, ganchos, y demás.
*Elaborar hipótesis acerca de su forma de fabricación. Las dos más probables: una vez confeccionado el cucurucho de celofán que lo envolverá luego, verter allí dentro caramelo aún tibio de diferentes colores y luego agregarle el palito. Otra, sumergir el palito en el caramelo caliente y dejar que este se pegue y chorree hacia abajo.
*Determinar el tiempo que lleva consumirlo en unidades de tiempo infantiles. Ejemplo: un pirulín te dura desde que salís de la escuela hasta la puerta de tu casa. O dos vueltas de calesita.
Qué linda tarde, che.