El Telo de mis Sueños

Hay lugares que sueño repetidamente pero que estoy casi segura que no pisé en mi vida, sobre todo porque son un poquitín... como decirlo... inviables.
Uno es el shopping: ese seguro seguro que no existe porque según mis sueños queda en Díaz Velez y Rivadavia (traducción para no porteños: dos avenidas que no se cruzan). Siempre llego cuando está cerrando, tiene un patio central por el que pasan muchas escaleras mecánicas largas casi suspendidas en el aire, como las del dibujito de Marvin y Bugs Bunny. Me da un poco de vértigo cuando las uso. Tiene cines, a los que nunca entro, y un entrepiso con una joyería, una librería muy pero muy grande y lencería donde, por supuesto, siempre miro calzones.
Otro de los lugares que frecuento en mis sueños, en general cuando ya derivaron en pesadillas, es una galería. Tiene algunos negocios hippones de esos que venden remeritas de bambula y pantalones rastafari, pero sobre todo siempre tiene un pasillo angosto con vidrieras enormes que en realidad son peceras de acuario, y con el asco que le tengo a los peces, lo tengo que pasar a ciegas y aterrada de que se partan y esos bichos me toquen, amén de la oscuridad reinante aún con los ojos abiertos.
Pero mi lugar preferido es el telo. Tiene pasillos abiertos como jardín, como si fuera un complejo de bungalows o algo así, de ladrillo a la vista y muchas plantas. Todavía no soñé como es ir cuando llueve o en pleno invierno, pero me imagino que se debe complicar. Los cuartos son como mini departamentos, con un pequeño living y la habitación propiamente dicha. En el centro tiene un jardín con una fuente blanca y cruzándolo hay un restaurant todo de madera. El temita de ese lugar es que también tiene atención al público a la calle, y entonces una puede terminar semienpelotas y con el pelo todo hecho una maraña después de un garche desaforado, sentada al lado de una familia con niños y abuelo que come ravioles (y es una sensación que no aconsejo soñar!). Creo que también dan cursos por la tarde, en el restaurant.
Eso sí, ese nunca está en mis pesadillas ;).