Sale con Fritas

Decididamente, un Blog Facilista.

miércoles, agosto 31, 2005

Se Viene

Que mi facultad, Ciencias Sociales, esté tomada, no me sorprende. Hasta me los imagino a mis compañeros a puro bombo cortando Marcelote para regocijo de los automovilistas tanto como de las señoras gordas de la zona.
Que Filo esté tomada, vaya y pase. Después de todo, mi primera clase del CBB, por allá por el año 2001, la tuve sentadita en la senda peatonal de la avenida Goyena.
Que Psicología esté tomada, OK, me la banco.
Pero que Ciencia Exactas esté tomada???? Qué pasó???? Despertaron los matemáticos?
No hay caso. Es el acabóse. Yo sabía que agosto venía para el carajo, pero no que se venía el Apocalipsis.
http://www.clarin.com/diario/2005/08/31/um/m-1043962.htm

Chau, agosto, no vuelvas nunca!!!

(Bueno, mejor volvé, pero el año que viene)
Al fin llegamos al 31!!!
Agosto, que mes puto que fue!!!! Qué suerte que ya se va.
Entre peleas, rupturas, despidos, kilombos laborales, familiares y otras yerbas no ganamos pa´disgusto, como dicen las viejas.
Hago un llamado a la solidaridad: El que tenga que contarme algo, que espere hasta octubre.
Septiembre me lo tomo de descanso.
Chau!!!


P.D.: Yo me hice un tutú.


P.D. 2 (02-09-05): Post modificado.

martes, agosto 30, 2005

Para Probar en un Bar Cualquiera

Cuando salíamos a comer o a tomar algo con uno que yo sé, solíamos entretenernos un largo rato mirando a las parejas de las otras mesas y adivinando en que momento de la relación estaban.
Hay una serie de signos inequívocos que ya teníamos identificados:
Si ella juega con su propio pelo, si gesticula mucho y no para de sonreir, si él la mira atentamente y asiente con la cabeza, como si de verdad estuviera escuchando todo lo que ella dice, es una fija que es una de las primeras salidas, y que además hay onda.
Si se tocan las manos, si se miran a la boca más que a los ojos, si pasan algunos momentos sin hablar pero sin mirar para otro lado (y no hay caras de embole, obvio), entonces ahí en el aire está flotando una calentura mutua que se resolverá en breve.
Si ella ya directamente pide una cerveza, o alguno de los dos manda mensajitos de texto desde el celular o él mira el partido (el que sea) por encima de los hombros de la chica, eso sólo puede significar que ya hace rato que están juntos. Estos datos, combinados con las caras pongan, te da la pauta de si ya están embolados uno del otro, o simplemente es que hay confianza.
Si llegás a escuchar algo de lo que dicen, esto ya entra en la categoría de ciencia exacta: por ejemplo: nadie, pero nadie en el mundo dice malas palabras en una primera cita, como si después no las usaran: así salen a reflotar términos como “salame”, “nabo”, “tonto” y todos esos que dejamos de usar más o menos en cuarto grado.
Lo bueno de este juego es que no fallaba nunca; ahora que lo pienso, a lo mejor no falla simplemente porque no hay forma de verificarlo o refutarlo, uno le inventa a cada quién la historia que mejor le parece y listo, esa es la verdadera.









...A lo mejor, si hubiera mirado más mi propia mesa, me habría dado cuenta de que ya hacía rato que no sacabas la vista del partido.

lunes, agosto 29, 2005

Ese jean rayadito

Probé comer sano. Probé pasármela con hambre. Probé visitar diversas nutricionistas, que me aconsejaron brillanteces como “vos tenés que hacer un cambio integral en tu vida como Lilita Carrió, que va a nadar dos horas todas las mañanas” (voz en off saliendo de mi cabeza: yo le pregunté que podía comer, señora, no si le gustaba mi vida).
Probé la dieta de la NASA y la de la Fuerza Aérea. Hasta llegué a considerar la loca, loca idea de volver a poner un pie en un gimnasio, idea que obviamente fue descartada, anulada y finalmente temida más o menos a los 5 milisegundos de su aparición.
Me hice amiga de las barritas de cereal y me enemisté nuevamente con ellas, por nuevo consejo de la gran sabiduría de las nutricionistas: “las barritas de cereal no te llenan y engordan igual, ¿por qué mejor no te llevás una mandarina?”. Claro, claro, dije, y enseguida me imaginé en el laburo: “permítame su credencial, señor, firme acá por favor, tome asiento que el doctor enseguida lo llama, ¿no quiere llevar también un ramito de perejil, o unas batatas, que están de oferta?”.
Me dediqué a comer pastitos de todas formas y colores. Me enamoré de la sopa quick de arvejas. Compré única y exclusivamente productos con envases color verde. ¿Vieron? parece que en packaging, verde significa “Diet”.
El caso es que, no sé muy bien por qué de estas cosas, logré bajar algunos kilillos de los que me sobran. Y para demostrármelo a mí misma, el otro día fui hasta el uuuuuúltimo cajón del placard y desempolvé el jean rayadito. Ese. El último que logré comprarme en una casa que no fuera de “talles especiales” (que lindo eufemismo ese, ¡como si ser gorda tuviera algo de especial!). Ese que yacía inerte más o menos desde el año 2000. Como fue que no lo tiré a la miércoles, me pregunto todavía, sobre todo habiendo atravesado una mudanza en el medio. Pero bueno, ahí estaba.
Lo miré. Me miró. Nos miramos. Momento de tensión (agreguen ustedes en sus cabezas el chan-chan chan-chan). Creo que hasta lo vi temblar al pobre.
Me lo probé. Y no sólo me subía sino que encima me cerraba!!!! Y más todavía, podía respirar dentro de él!! Para hacer uso de esta nueva habilidad, ambos respiramos aliviados. Momento de alegría y emoción (musicalicen si quieren con algunos de esos temas que se usan para videos de 15).
Muy bien. El mediodía entonces me encontró feliz y contenta adentro de mi jean rayadito. Y qué hago para festejar? Llamo a la San José y me pido tremenda porción de ravioles de ricotta!!!
Dios mí, acabo de ver todo claro. Voy a ser una pequeña ballena toda la vida.

domingo, agosto 28, 2005

El primer post y su motivo

Concentrarse... y no sentir... concentrarse... y no sentir... NO ME SALE EL YOGA!!!! Decía Mafalda, desesperada frente a un plato de sopa.
Así, exactamente así me siento algunos domingos a la tarde. Sobre todo cuando una anda en síndrome de abstinencia de novio, por decirlo de alguna manera.
Cómo hago para no poner a andar mi cabeza en esos caminos que sé que me van a dejar sintiéndome la última cucaracha del ecosistema?
El caso es que me encuentro a mí misma buscando algo que me entretenga por lo menos hasta que me dé sueño, que es la manera más sanita que conozco de estar unas cuantas horas inconsciente. Y nada, che.
Prender la tele da miedo. En 20 minutos escuché a Roberto Piazza decir que “una vez que uno probó la carne” (sic) difícilmente puede volverse heterosexual, un monólogo de Sandro sobre la compra de preservativos en los años 60, y vi a los muchachos de Crónica, enloquecidos de contentos porque al fin alguien requería sus servicios... un ladrón, para entregarse y que no lo tiroteen demasiado.
Estudiar? Naaaaaaah. Simplemente no da. Sigamos negando que los apuntes esperan que es más fácil que leerlos.
Tejer? Nop. No me aguanto tanta constancia en un día como éste.
Escuchar música? Dale. No, mejor no. Hoy cualquier tema me suena demasiado triste.
Vegetar en internet? Puede ser, intentémoslo. A ver... Amigos online? Nadie. Blog de Mujergorda? Nops, por qué será. Pero no, carajo!!!! Algunas de las pocas fotos que saqué en la vida y me gustaron, aparecen en el Flog de una pendeja que me las afanó!!!!!!! Que cómo lo sé? Pues porque los domingos por la tarde, amiguines, suele aflorar mi lado más masoca, y me pongo a recorrer esos recovecos de la web donde creo que puedo llegar a encontrar algo de él...
No, no hay caso. No encuentro nada que me distraiga.
Quién sabe, a lo mejor empezar un blog me entretiene... Ya veremos... a lo mejor, y al menos por hoy, me sale el yoga.